martes, 20 de noviembre de 2007

Degustación y conservación

Amar el chocolate significa tratar de conocerlo y buscar la calidad mediante la degustación. Es indudable que cada uno de nosotros tiene sus preferencias, pero hay factores de reconocimiento indiscutibles que sirven de guía en la elección.
ASPECTO
Aprenda a observarlo: debe ser brillante, uniforme y tener un color caoba intenso, sin sombras ni estelas grisáceas que , de todos modos, a menudo no influyen mucho en el gusto, si son únicamente a causa de mala conservación (es la pátina blanquecina producida por el afloramiento de la manteca de cacao o los cristales de azúcar).
AROMA
Huélalo: debe tener un perfume rico e intenso, ningún aroma dulzón o a quemado. El chocolate, igual que el vino, exhala un conjunto de aromas muy diversos que dependen del área de procedencia.
ROTURA
Pártalo: el sonido de la rotura debe ser seco y los bordes tienen que resultar nítidos, sin que se desprendan migajas.
CONSISTENCIA
Tóquelo: debe ser blando y cremoso, pero no graso ni arenoso; al calor de la mano, debe derretirse la manteca de cacao.
GUSTO
Pruébelo: en la boca debe fundirse inmediatamente, no pegarse al paladar ni dejar retrogusto, sino desencadenar en cambio todos los aromas que lo caracterizan
CONSERVACION
El calor y la humedad son los enemigos del chocolate, que necesita una temperatura de entre 12 y 18ºC, con una humedad máxima del 65%. El calor provoca el afloramiento de los cristales de la manteca de cacao, que se recristalizan, con la aparición de la consiguiente pátina blanquecina sobre la superficie del chocolate.
En caso de humedad el daño es mayor, porque lo que aflora es el azúcar y los cristales se depositan en la superficie con un desagradable color grisáceo. Por eso el frigorífico es desaconsejable.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Felicidades por el blog, espero que la tienda vaya muy bien, al menos yo seguiré yendo mucho tiempo. Qué productos más ricos y originales.
Un saludo.